La vitamina D es la vitamina que ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Este es el mineral que usan nuestros huesos para formarse, por lo que es esencial para el desarrollo del esqueleto.
La principal fuente de absorción de vitamina D en las personas es la piel. Aproximadamente un 95% de los depósitos de esta vitamina provienen de la síntesis que esta realiza cuando nos exponemos a la luz solar.
En el caso de las mujeres embarazadas o que están en periodo de lactancia, el cuerpo necesita una mayor cantidad de calcio. Por ello, se produce un aumento en la síntesis de vitamina D por la piel para que el intestino pueda absorber más y mejor el calcio. Esto también ocurre en los años de crecimiento de los niños.
Debido al confinamiento, estos meses hemos podido notar un déficit de vitamina D. El mayor uso de cremas protectoras frente al sol, el cambio en los patrones de la dieta y la tendencia al sedentarismo son otros factores que provocan este problema.
El Dr. José Manuel Cucalón, experto en vitamina D y miembro del Grupo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), señala que el “miedo al sol por la aparición del cáncer de piel” y el “abandono de la dieta tradicional, muy rica en pescados azules como salmón, sardinas, arenques, boquerones o bacalao” son los principales motivos que han llevado al aumento del déficit de vitamina D entre la población española, a pesar de encontrarnos en un país con abundantes horas de sol.
“Si ahora hiciéramos una analítica a toda la población, veríamos un enorme porcentaje de población sana con niveles de vitamina D bajos o muy bajos”.
Dr. Cucalón
La cantidad óptima de vitamina D que necesitamos al día para revertir su déficit se sitúa entre 800 y 1000 unidades internacionales (UI) en personas sanas. Puede ascender a 2000 UI en personas con patologías o enfermedades como la osteoporosis.
Para solucionar este problema, el Dr. Fernández propone llevar una dieta equilibrada en pescado, frutas y verduras. La exposición al sol (siempre de manera prudente) y en horas en las que los rayos sean menos dañinos para la piel también contribuye a la adquisición de vitamina D. Por último, la realización de ejercicio continuo es otra de las acciones muy positivas para compensar este déficit.
Otras de las soluciones podrían ser la ingesta de suplementos de vitamina D controlados. Una cantidad de 25 mcg diarios sería suficiente para llegar a un nivel sanguíneo óptimo de vitamina D. Aunque estos suplementos siempre deben complementarse con una dieta abundante en salmón, atún, sardina y arenques, huevos lácteos y derivados.