La medicina tradicional china (MTC) tiene un concepto autónomo de salud y enfermedad.
La esencia de la vida es el Qi. La “fuerza” o “energía” que fluye a través de un organismo y lo mantiene vivo. El Qi tiene dos polos opuestos llamados yin y yang. Yin se refiere al femenino, al frío y al oscuro, mientras que yang es el masculino, cálido y el claro. Se trata de opuestos, pero se necesitan y se completan. No puede existir el uno sin el otro.
El estado de la salud o del bienestar se refiere al equilibrio de ambos polos en un organismo. La enfermedad surge cuando se forma un desequilibrio entre los dos polos. Esto puede tener muchas causas, como estrés, influencias externas, falta de ejercicio o dieta poco saludable.
La acupuntura, por ejemplo, restablece el equilibrio normal del Yin y el Yang y asegura el libre flujo del Qi por el cuerpo. Insertando agujas en puntos específicos de los meridianos, los canales principales por los que pasa la energía, se puede equilibrar un estancamiento del Qi o más bien la falta del mismo.