
¿Qué es la fibrosis postcesárea?
La fibrosis postquirúrgica es una respuesta natural del cuerpo tras una cirugía, como una cesárea. Se trata de la formación de tejido cicatricial excesivo que puede crear adherencias entre diferentes capas de tejido que normalmente deberían deslizarse entre sí: piel, músculos, fascia, peritoneo u órganos internos. Este proceso, aunque forma parte de la curación, puede generar problemas funcionales, dolor y limitaciones si no se trata correctamente.
¿Por qué se forma fibrosis tras una cesárea?
Después de una cesárea, el cuerpo inicia un proceso inflamatorio para reparar los tejidos dañados. En este proceso intervienen células llamadas fibroblastos, que producen colágeno para cerrar la herida. Si esta producción es excesiva o desorganizada, se forma tejido cicatricial denso, que pierde elasticidad y provoca restricciones de movilidad. Estas adherencias pueden formarse entre la cicatriz de la piel y las capas más profundas del abdomen e incluso afectar órganos internos como la vejiga o el intestino.
Síntomas frecuentes de la fibrosis postcesárea
Las adherencias tras una cesárea no siempre dan síntomas de inmediato, pero con el tiempo pueden causar:
- Dolor abdominal o pélvico persistente.
- Tirantez en la zona de la cicatriz al toser o moverte.
- Dolor lumbar o irradiado a la cadera.
- Dificultades digestivas (hinchazón, gases, estreñimiento).
- Dolor en las relaciones sexuales (dispareunia).
- Sensación de “bloqueo” o rigidez al moverse o al estirar el abdomen.
- Disfunciones del suelo pélvico.
Consecuencias de no tratar las adherencias tras una cesárea
Si no se tratan, las adherencias pueden endurecerse con el tiempo, afectando la calidad de vida. Algunas consecuencias a largo plazo son:
- Dolor crónico o inflamación persistente.
- Alteración de la postura y movimientos cotidianos.
- Dificultades en futuros embarazos o partos.
- Mayor riesgo de complicaciones en nuevas intervenciones quirúrgicas.
- Problemas uroginecológicos o digestivos funcionales.
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia en la fibrosis postcesárea?
La fisioterapia especializada en recuperación postcesárea es clave para tratar la fibrosis y prevenir complicaciones. Algunas de las técnicas más efectivas incluyen:
- Electrólisis percutánea (EPI) para eliminar el tejido fibrótico y liberar funcionalmente el tejido.
- Neuromodulación percutánea para modular el dolor y mejorar la función neuromuscular así como acelerar la regeneración del tejido. Clave en etapas tempranas.
- Radiofrecuencia y uso de ventosas para mejorar la calidad del tejido.
- Terapia manual y movilización miofascial para flexibilizar el tejido.
- Ejercicio terapéutico abdominal y pélvico adaptado a cada paciente.
Además, la fisioterapia educa a la paciente en el cuidado de su cicatriz, la respiración y la activación de la musculatura profunda, ayudando a restaurar la funcionalidad del abdomen y el suelo pélvico de forma segura.
¿Cuándo acudir a fisioterapia tras una cesárea?
Lo ideal es acudir a un fisioterapeuta especializado en salud de la mujer máximo entre las 6 y 8 semanas después de la cesárea. La neuromodulación percutánea nos ayuda a disminuir la formación de tejido fibrótico aplicándolo desde la primera semana después de la cesárea. Sin embargo, nunca es tarde para empezar, incluso si han pasado meses o años desde la cirugía.
Conclusión
La fibrosis postcesárea es una secuela común pero tratable. Reconocer sus síntomas y abordarla con un tratamiento fisioterapéutico adecuado puede marcar la diferencia entre vivir con dolor o recuperar la funcionalidad y bienestar. Si has pasado por una cesárea y notas molestias, cambios en tu abdomen o dolor, no lo normalices. Consulta con tu fisioterapeuta especializado y empieza a cuidarte desde la raíz del problema.
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